¿Le gustan los platos sencillos que le catapultan a casa de la abuela? Entonces ha venido a la ciudad adecuada. Estofado (Stoverij), Waterzooi o croquetas de queso; los clásicos belgas aquí se sirven a precios sinceros. Y también con ingredientes frescos, sabores puros y una calidad inigualable. Estos son los restaurantes a los que los ganteses vienen una y otra vez.