Mientras se relaja en un banco o en una terraza, sus hijos pueden disfrutar al máximo.

Los parques de Gante son, sin excepción, pequeños paraísos de juego para los niños. Estar al aire libre es ya de por sí estupendo. Pero, además, en la mayoría de los parques hay un lugar de ciertas dimensiones específicamente pensado para jugar.

La zona de recreo más grande con un bosque de aventuras la puede encontrar en el Blaarmeersen. Pero también en otras zonas verdes de la ciudad tiene columpios, toboganes y estructuras para escalar. O zonas de monopatines para los más grandes.