El chef Danny Horseele se desenvuelve con pericia en este hito gastronómico del barrio de Moscou, pegado al centro de la ciudad.

Horseele sirve platos de productos naturales, los que convierte en creaciones bellas y sabrosas con su maestría y sofisticación. La máxima calidad es la clave y los productos de temporada cobran sentido gracias a su fórmula integral, desde el aperitivo hasta el café. Ya se trate de una cena romántica, de una velada en grupo o de una elegante comida de negocios con vistas a la cocina, gracias a la versatilidad del restaurante todo encaja a la perfección.

El restaurante está pegado al centro de la ciudad, junto al emplazamiento de Arsenaal, y está bien comunicado para llegar en coche y en transporte público (tranvía 2). La fachada del edificio se tiñe de rojo y dorado con la luz del atardecer y se funde a la perfección con su placentero interior.

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