 
  Horseele sirve platos de productos naturales, los que convierte en creaciones bellas y sabrosas con su maestría y sofisticación. La máxima calidad es la clave y los productos de temporada cobran sentido gracias a su fórmula integral, desde el aperitivo hasta el café. Ya se trate de una cena romántica, de una velada en grupo o de una elegante comida de negocios con vistas a la cocina, gracias a la versatilidad del restaurante todo encaja a la perfección.
El restaurante está pegado al centro de la ciudad, junto al emplazamiento de Arsenaal, y está bien comunicado para llegar en coche y en transporte público (tranvía 2). La fachada del edificio se tiñe de rojo y dorado con la luz del atardecer y se funde a la perfección con su placentero interior.
 
 
 
 
 
 
 
