
También salados
El jamón artesano Ganda necesita al menos 10 meses para secarse, pero su sabor compensa sobradamente la espera. Para acompañar, un buen pan. O un queso lavado con cerveza. O un pepinillo encurtido con cebollitas. Hablando de acompañamientos, ¿sabe dónde vamos nosotros a por mostaza? A Tierenteyn, una veterana casa artesana con la que Gante puede decir que tiene la mejor mostaza del país.
Pura dulcería
Los aficionados a lo dulce estarán en Gante como pez en el agua. Nuestras familias de chocolateros han logrado que sus chocolates y bombones tengan fama hasta en Japón. Y hay de todo: clásicos, pero también atrevimientos como los bombones de mostaza. Luego están los cuberdons o neuzekes, esos tiernos conos morados rellenos de un riquísimo sirope. O las bolas de nieve (sneeuwballen), que se funden en la boca. O el mastel, un dulce bollo con canela, que también se sirve planchado. Mmmm… Gante es un paraíso para golosos (o, como decimos aquí, sneukelaars).
Echarse un trago
Y ahora entramos en el capítulo de las bebidas. Para empezar, los aficionados a las ginebras tienen O’de Flander, elaborada aquí y presentada en una tradicional botella de cerámica. Para amantes de la cerveza tenemos la Gruut, que en vez de lúpulo está hecha con gruut, una mezcla de hierbas medieval. Y si busca algo distinto, tiene que probar el RoomeR, un licor floral en todos los sentidos.