3 km - 4000 pasos
Alberto Garutti
Empezamos en la plaza Sint-Veerleplein con la obra de Alberto Garutti. La luz de las farolas se intensifica durante un instante cada vez que nace un niño en Gante. Cuando se presiona el botón en las maternidades gantesas, toda la ciudad se une a la celebración.
Wim Delvoye
A lo largo de la calle Kraanlei, en la esquina con la calle Hertogstraat hay dos estatuillas suspendidas. Representan a un hombre y a una mujer, eternamente separados. El artista, Wim Delvoye, ha concebido a estos dos amantes de tal forma que pueden llorar. Sus lágrimas harán crecer el musgo, que terminará uniendo a las dos estatuas. De momento, no hay lágrimas ni musgo… Pero quién sabe, quizás se reencuentren algún día.
Siga paseando por el barrio Patershol en dirección a la capilla Drongenhofkapel.
Al fondo de la capilla se puede observar la vidriera de Wim Delvoye, creada a partir de radiografías. Adelante, no se corte y mire por el ojo de la cerradura. Si se fija bien, verá que representa a una pareja haciendo el amor…
Johan Daisne
Sobre las ventanas del n° 6 de la calle Langesteenstraat podrá leer un poema romántico del autor Johan Daisne acerca de los orígenes de la ciudad de Gante y de la confluencia de los ríos Lys y Escalda. Un poco meloso, quizás. Y ciertamente chovinista… pero está escrito en las ventanas: Gante sigue siendo su hijo único.
Leo Copers
Pase por delante de la antigua academia y siga hasta la calle Molenaarsstraat. La fachada del número 43 captará inmediatamente su atención. Los colores de camuflaje fluorescentes fueron idea del artista Leo Copers. Bautizó su obra Ware-heldencommandopost (puesto de mando de los verdaderos héroes). A través de esta fachada pretende conmemorar a todos los soldados caídos, ya que para él, ellos son los verdaderos héroes.
Walter De Buck
Si vuelve un poco sobre sus pasos, podrá contemplar dos obras de Walter De Buck. La primera es el llamado Puente de los placeres imperiales con sus cuatro estatuas, que hacen referencia a un cuento popular protagonizado por Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico. Cruce el puente hasta llegar al jardín del centro comunitario. Allí encontrará la segunda obra: Taptoe Feest, una estatua creada con motivo del 25 aniversario de la compañía de teatro de títeres Taptoe.
Jean-Pierre Clemençon
En la esquina de la calle Pluimstraat se encuentra una estatua de una tejedora. Es obra del artista francés Jean-Pierre Clémençon, quien vivió durante un tiempo en esta casa. La obra podría simbolizar el presente, el pasado y el futuro. Las columnas clásicas representan el pasado. La tejedora propiamente dicha representa el presente y la rutina del día a día. Y las rejas representan el futuro….
Frank Steyaert
El taller-museo del alfarero Frank Steyaert en la calle Tinnenpotstraat salta a la vista. Está establecido en dos inmuebles del siglo XV y su fachada ya es una obra de arte en sí. El artista reformó las fachadas junto con su hermano Dirk. Respeto por el pasado combinado con coloridas obras de cerámica.
STROOK
El díptico de la calle Braderijstraat es un homenaje al gran maestro flamenco Van Eyck, y es obra del artista belga STROOK. Las dos figuras, el ser humano y su reflejo, fueron elaboradas a partir de madera reciclada procedentes de estructuras demolidas.
Sofie Muller
La artista Sofie Muller vive y trabaja en esta preciosa casa del Prinsenhof. No olvide mirar hacia arriba para ver al pequeño Jonás colgado de una percha.
Cee Pil
Foxowl es una obra de arte callejero del más alto nivel, pintada sobre los baños públicos del canal Lieve. A Cee Pil le encantan los animales extraños. Esta obra es una especie híbrida entre un zorro y un búho, totalmente integrada en el entorno.
A Squid Called Sebastian
Un poco más adelante podrá apreciar otra obra de arte callejero, esta vez de la mano de A Squid Called Sebastian. Sus obras inspiradas en los cómics y en el arte figurativo aportan un toque de color a la ciudad.
Georges Minne
El itinerario sigue hasta el Beaterio de Santa Isabel. La estatua titulada “Bruges-la-Morte” es un homenaje a Georges Rodenbach, autor del libro del mismo nombre. Esta obra de Georges Minne encontró su hogar en el beaterio después de haber sido rechazado por las ciudades de Brujas y de Tournai. La ciudad de Brujas estaba furiosa con el autor por haber mancillado su buena reputación. Tournai, la ciudad natal de Georges Rodenbach, tampoco mostró ningún interés. Así que la estatua acabó aquí, para nuestra gran satisfacción.
Al salir de la calle Burgstraat se encontrará de nuevo en la plaza Sint-Veerleplein, ¡desde donde podrá repetir esta ruta tantas veces como quiera!