Pro­ce­sión del Empe­ra­dor Car­los V y los Por­ta­so­gas

Durante la Edad Media, la ciudad de Gante florecía gracias a la pañería y el comercio del paño. Sin embargo, esta situación cambió en el siglo XVI, cuando Gante sufrió una importante recesión económica. Durante la Revuelta de Gante, los ganteses cometieron un delito de lesa majestad negándose a pagarle al emperador los impuestos financieros. El Emperador se trasladó personalmente a Gante para resolver el asunto, y condenó a muerte a 25 de los líderes de la insurrección. No quedando satisfecho con la defensa de la magistratura municipal, acusó a la ciudad de deslealtad, sedición, amotinamiento y desobediencia, entre otros. Además, Gante perdió todos sus privilegios y libertades.

El día 3 de mayo de 1540, los ganteses fueron completamente humillados. Marcharon por las calles desde el ayuntamiento hasta el Prinsenhof o Corte de los Príncipes. La procesión incluía a los concejales, secretarios y a todos los funcionarios municipales, a 30 aristócratas ganteses y a los decanos artesanos, que marchaban descalzos y vestían un tabardo negro. Les acompañaban 318 miembros de los pequeños gremios artesanos y 50 tejedores. Por último, les seguían 50 “creesers” (chilladores), vestidos con un tabardo blanco y una soga al cuello, simbolizando que merecían ser ahorcados. En el Prinsenhof, fueron obligados a pedirle clemencia al emperador.

Desde entonces, los ganteses llevan con orgullo el apodo de “stroppendragers” o “portasogas”, como símbolo de su resistencia ante la tiranía y el abuso de la autoridad. Durante la procesión anual, se abuchea al emperador y se recibe a los portasogas con un fuerte aplauso.

Castillo de los Condes de Flandes – Sint-Veerleplein – Kraanlei – Zuivelbrug – Grootkanonplein – Vrijdagmarkt – Kammerstraat – Belfortstraat – Botermarkt – Emile Braunplein – Klein Turkije – Korenmarkt – Groentenmarkt – Vleeshuishuisbrug – Sint-Veerleplein – Castillo de los Condes de Flandes