Bar íntimo como el salón de casa iluminado sólo con velas y detrás de la barra una dueña con mucho carácter, Betty.

Aquí no se viene solo a beber, sino a degustar un embutido o un Liqueur d’Amour. Recitales en directo de piano si a alguien le apetece y si tiene talento. 
A solicitud abre también sus puertas durante el día para grupos, reuniones y fiestas privadas.

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