Entre en The Mistress, un restaurante boutique cerca de la plaza Vrijdagmarkt en la que Persia y el Sudeste Asiático se funden. Es el lugar por excelencia para todos los que quieran embarcarse en una exploración culinaria en neón rosa funky.

Le espera una cuidada carta de vinos y sake que casa a la perfección con los platos exóticos. El chef Sami, viajero del mundo con raíces iraníes, prepara creaciones únicas con influencias vietnamitas. Con su política de casi cero desperdicios y decoración que parece poesía, The Mistress ofrece algo más que meras comidas: es una experiencia en toda regla.

El interior de The Mistress es una oda a la película de Wong Kar-Wai «In the Mood for Love», con un ambiente nostálgico de los años sesenta y Hong Kong en color rosa neón funky. Tanto si se sienta en una mesa clásica como en una de las acogedores barras, cada rincón del restaurante destila intimidad y estilo.

El restaurante funciona en dos turnos: los comensales pueden elegir aperitivos a la carta y un menú fijo de cinco, seis o siete platos, incluida una versión vegetariana.

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