Los ganteses se preocupan por el medio ambiente y viven en consecuencia. Cualquiera que visite la ciudad durante unos días se dará cuenta de ello. Los ciclistas son los usuarios más presentes en la vía pública, las guirnaldas de plantas y los jardines verticales adornan los barrios residenciales, hay numerosas tiendas a granel y los restaurantes veganos y vegetarianos son omnipresentes. Aquí, mantener una huella ecológica baja es una prioridad absoluta para todos, también para los comercios y las atracciones turísticas de Gante. Así que se puede decir sin titubear que Gante es una ciudad pionera en ecología.