En el calendario del siglo XV, el mes de agosto equivalía al mes de la cosecha. El duro trabajo realizado en el campo en primavera se veía compensado en agosto con la cosecha de los cereales dorados. Las buenas cosechas eran motivo de celebración. Durante la fiesta de la cosecha, los contemporáneos de Van Eyck se daban un festín de pasteles y dulces, tales como los mastels.

¿Sabía que? La palabra mastel se deriva del término francés antiguo para “pastel” o “tarta”. En el siglo XVI, el mastel recibía el nombre de morstelle(ken). Algunos afirman que el nombre de mastel viene de la palabra “mesteil”, que significa “morcajo” en francés. Sin embargo, desde el punto de vista etimológico, parece ser que el término se deriva más bien de las palabras “wastel” o “gastel” en francés antiguo, que terminaron dando lugar al término francés actual “gâteau”.

No es mal año por mucho trigo

Hoy en día la Korenlei y la Graslei son dos de los lugares más populares en Instagram, pero durante la Edad Media fueron un importante punto de carga y descarga para cereales. En el silgo XI, el puerto de Gante se convirtió en un centro de distribución de cereales prominente. Gracias a sus “derechos de almacena miento” Gante podía ofrecer a sus ciudadanos un aprovisionamiento de cereales constante y a buen precio. Ofrecer unos precios económicos constituía una buena táctica política para mantener la paz en  la ciudad.

Aparte de los cereales importados, la ciudad producía también su propios cereales. Los suelos arenosos de Gante eran perfectos para el cultivo del centeno, un cereal resistente al frío y a la humedad. Sin embargo, su sabor agrio y la dificultad para digerirlo hacían que fuera imposible mantener una dieta basada solamente en este tipo de cereal. Pero el pan de morcajo, una mezcla del centeno barato y del trigo algo más  costoso, era bastante más popular entre los habitantes de Gante

Comience usted mismo

Pan de morcajo fresco

Ingredientas:

  • 270 g de harina de trigo
  • 250 g de harina de centeno
  • 350 g de agua (a temperatura ambiente)
  • 25 g de levadura en polvo
  • 2 g de levadura fresca
  • 10 g de sal
  • Utensilios: Panificadora
  1. Mezcle ambos tipos de levadura con el agua hasta que se hayan disuelto por completo. A continuación, añada la harina de trigo y la de centeno y amáselo en la panificadora durante unos 5 minutos a velocidad media. Si se amasa a mano, hay que doblar el tiempo de amasado.
  2. Añada la sal y siga amasando 5 minutos más. Si lo hace a mano, hay que volver a doblar el tiempo de amasado.
  3. Cubra el recipiente de la panificadora con un paño húmedo y deje subir la masa durante una hora.
  4. Retire el paño y forme una bola con la masa.
  5. Coloque la masa en una bandeja de horno y déjela subir durante 1 hora y media cubierta de un paño.
  6. Mientras tanto, precaliente el horno a 225°C y coloque una bandeja de horno en la parte baja del horno.
  7. Espolvoree la masa con harina y haga algunas ranuras en el pan con un cuchillo afilado.
  8. Introduzca el pan en el horno en una posición central y a continuación, vierta un vaso de agua en la bandeja de horno que había preparado. Cierre el horno durante unos 10 minutos.
  9. Baje la temperatura a 200°C para seguir horneando el pan 15-20 minutos más.
  10. Saque el pan del horno y déjelo enfriar en una rejilla. Colóquelo en un lugar donde corra una suave brisa. ¿No está seguro de que su pan esté bien hecho por dentro? Dé unos toquecitos en la parte inferior del pan; si suena hueco quiere decir que el pan es perfecto.
  11. Sirva el pan masteluino con crustáceos, mariscos o queso.

Sándwich relleno

Ingredientas:

  • 2 rodajas gruesas de pan de morcajo o de centeno
  • 30 g de mantequilla con mostaza (20 g de mantequilla  + 10 g de mostaza)
  • 10 g zanahorias ralladas
  • 2 lonchas de queso curado con comino
  • 10 g de rúcula fresca
  1. Unte las rodajas de pan en mantequilla con mostaza  por ambos lados.
  2. Ponga la zanahoria y el queso en una de las rodajas.
  3. Añada unas hojas de rúcula  y cubra el conjunto con la otra rodaja de pan.
  4. Presione bien, corte dos mitades iguales y…  ¡a disfrutar!