Aquí arriban barcos desde el siglo XI. Como verá, con motivos de sobra. Compruebe usted mismo la fuerza de atracción de este lugar, cuya belleza cubre todo con una suave calma. Las magníficas fachadas se reflejan en el Lys y en ambas orillas tanto turistas como habitantes aprovechan para descansar, sentados al borde del río o en una silla en una de sus terrazas.

El puente Grasbrug

Un sitio lleno de poesía, y orgullo de todos los ganteses. En su viaje a Gante, no puede perdérselo. Está al lado de la Korenmarkt. Desde el propio puente, saboree a sus anchas las vistas. En el muelle, hoy como ayer, sigue habiendo barcos, algunos de los cuales están a su disposición. ¡Sumérjase tranquilamente en la historia de Gante!

Las fachadas del Graslei

Las casas a lo largo de la orilla destilan historia. En la Cooremetershuys ahora se ofrecen accesorios, pero en la Edad Media el funcionario medidor de granos examinaba el cereal para el comercio. Mire también la fachada restaurada de la Casa Gremial de los Marineros Libres (Gildehuis van de Vrije Schippers). En este edificio se invirtió mucho a lo largo de los siglos y se nota. La majestuosa fachada escalonada del antiguo almacén de grano lleva aquí desde el siglo XIII.

Sabor y romanticismo

El almacén de grano, también conocido como el spijker, tiene ahora funciones nuevas. ¡De los cereales hemos pasado a los menús completos! Además, esta zona ofrece más posibilidades, como comer en una de sus varias cervecerías-restaurante. O comprar comida para llevar y sentarse a la orilla. ¡El romanticismo también está en lo sencillo!

Aperitivos al sol

Déjese atraer a las numerosas terrazas. ¿Qué hay mejor que un aperitivo a la orilla del agua? Posiblemente, sólo repetir. Y cuando hace bueno este es todo un espacio de bienestar. Enmarcado por las antiguas y hermosas fachadas. Con el agradable soplo de la brisa. Un trago de cerveza tradicional belga. Filosofar sobre la vida. Pero bueno, nos estamos despistando…

Una elegante pareja de cisnes

En la fachada renovada del hotel Marriott en la Korenlei, dos elegantes cisnes dorados nadan en sentido contrario. Y no es casualidad, ya que el cisne que nada hacia la izquierda, antiguamente simbolizaba a la mujer, y el cisne que nada hacia la derecha hacía referencia a la bebida. Bebida y mujeres: ¡sin duda los caballeros se lo pasaban en grande en la casa “De Swaene” del siglo XVI!

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