Redactado el día 29/01/2024 por
Desde 2021, el Cordero Místico ocupa un nuevo lugar en la catedral de San Bavón. Ya es el tercero. El traslado no transcurrió sin momentos tensos, pero por primera vez desde hace siglos, el cuadro vuelve a lucir en todo su esplendor.

He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo…

¿Les puedo confesar algo? La primera vez que vi el retablo del Cordero Místico en persona fue en 2017, cuando me embarqué en este proyecto de renovación y restauración. Me avergüenzo un poco de ello, porque al fin y al cabo soy gantesa, estudié ciencias del arte y ya había leído mucho sobre esta obra maestra. Pero nunca la había visto. 

El Cordero Místico en su nuevo hogar: la capilla del Sacramento

La primera vez que la pude contemplar, fue en el taller de restauración. De repente me encontraba cara a cara con los paneles, sin cristal de por medio. “Acércate un poco más,” me dijeron los restauradores. Pero casi no me atrevía. Recuerdo que en ese momento me empezó a picar la nariz y lo único que podía pensar era: “no vayas a estornudar ahora…”. 

Maestro flamenco escondido en un búnker

En mi defensa: antes, una visita al Cordero Místico no era una experiencia muy agradable. Desde 1986, la obra estaba expuesta en la capilla de Villa, situada a mano izquierda nada más entrar en la catedral. Durante los años ‘80, la época de la banda de los Asesinos de Brabante y de las CCC (Células Comunistas Combatientes), había mucho miedo a los atentados. Por ello, se construyó una especie de búnker dentro de la capilla. Sin embargo, el espacio era demasiado pequeño para toda la gente que venía a ver la obra. Apenas había espacio para poder ver bien los paneles posteriores, y para personas en silla de ruedas era totalmente imposible. 

Van Eyck pintó su obra maestra teniendo en cuenta la manera en que la luz penetraba en la catedral

En realidad, Van Eyck pintó la obra con idea de exponerla en la capilla Vijdkapel situada en la parte delantera derecha de la catedral, que fue financiada por los patrocinadores de la obra, Joos Vijdt y su esposa Elisabeth Borluut. Fíjese en las grandes figuras que aparecen en los paneles posteriores: la luz incide suavemente desde la parte superior derecha, lo que coincide perfectamente con la capilla que debía albergarla en un principio. Durante el siglo XV, el políptico permaneció casi siempre cerrado, con unos colores muy sobrios. Los paneles solo se abrían de manera excepcional, los días festivos. Imagínese la impresión que esa maravillosa paleta de colores vivos debía causar en los espectadores medievales… 

Entonces, ¿el Cordero Místico brilla ahora en todo su esplendor? Compruébelo por sí mismo y tómese el tiempo. En cualquier caso, yo ya he recuperado el tiempo perdido.
Maaike Blancke (Bressers Architecten)

¿En el jardín o bajo tierra?

Pero volvamos a la cuestión que nos interesa: ¿dónde colocar la obra? Devolverla a la capilla Vijdkapel no era una opción viable, ya que era demasiado pequeña. Además, era imposible colocar en esta capilla la estructura de vidrio para regular la temperatura y la humedad, necesaria para poder conservar esta obra de casi 600 años de antigüedad.  

Incluso los espacios entre los frescos románicos de la cripta tuvieron que ser cuidadosamente reformados

Lo más fácil hubiera sido trasladar el Cordero Místico a un museo, pero sería un delito sacarlo del lugar que había sido su hogar desde hace siglos. Y ese lugar es la Catedral de San Bavón. En el extranjero sí lo hicieron con algunas obras de arte importantes, pero en Gante queríamos evitarlo a toda costa. Esa opción nunca se llegó a considerar seriamente. Todas las demás, sí. ¿Construir un nuevo habitáculo en el jardín del palacio episcopal? ¿Crear un espacio subterráneo? Son tan solo algunas de las propuestas que se evaluaron. 

El nuevo habitáculo

Finalmente se optó por la capilla del Sacramento, que se encuentra al fondo de la catedral, detrás del presbiterio. Es la mayor de todas las capillas absidiales y el ángulo de la luz solar, que penetra en la capilla desde el sur, es similar a la de la capilla original. Bueno, en realidad se trata solo de una idea simbólica, porque lo cierto es que el cuadro ya no puede ser expuesto a la luz directa del sol. Para limitar su exposición a la luz solar, colocamos una cortina protectora alrededor de la vitrina. 

Gracias a la ampliación, el Cordero Místico no tuvo que abandonar su “hogar”

En todo caso: esta capilla es el lugar perfecto para la obra, también teniendo en cuenta su contexto histórico y religioso. El Consejo de Conservación del Patrimonio Cultural, los bomberos, la Agencia de Turismo flamenca y la empresa Inter, encargada de la accesibilidad: todos tenían su opinión al respecto. Pero la decisión final incumbía al consejo eclesiástico: no hay que olvidar la carga religiosa. Y colocar la obra al frente de la catedral les parecía lo más adecuado. 

Seguridad ante todo

El vidrio usado para construir la vitrina es de última generación. Se trata de vidrio calefactable para evitar cualquier variación de la temperatura, por pequeña que sea, y por supuesto, es extremadamente resistente. En nuestra opinión, un panel robado es más que suficiente. Por cierto, hablando del panel de los Jueces Justos: en él se puede apreciar claramente el efecto de la restauración. 

El panel central para personas con discapacidad visual — antes, estos detalles no eran visibles para los visitantes

En el año 1939, al pintar una copia para sustituir el panel robado, Jef Van der Veken tuvo en cuenta el estado amarillento del conjunto de la obra. Durante el proceso de restauración se han retirado las capas de barniz amarilleado del cielo representado en los demás paneles, que vuelve a tener un color azul brillante. Por consiguiente, el color del cielo en el panel los Jueces Justos ya no se corresponde con el de los demás paneles. Por ello, hemos colocado una luz de un tono más azul, enfocado solamente a ese panel concreto, para hacerlo coincidir mejor con el conjunto. 

Entonces, ¿el Cordero Místico brilla ahora en todo su esplendor? Compruébelo por sí mismo y tómese el tiempo. En cualquier caso, yo ya he recuperado el tiempo perdido. 

 

Maai­ke Blanc­ke

La ciudadana gantesa Maaike Blancke (del estudio de arquitectos Bressers Architecten) es especialista en ciencias del arte, arquitecta de interiores y experta en restauraciones. Ya trabajó en algunos de los elementos arquitectónicos más llamativos de Gante, como el quiosco del parque Citadelpark y el Ayuntamiento, pero su mayor proyecto hasta la fecha es sin duda la construcción del nuevo centro de visitantes de la Catedral de San Bavón, el nuevo hogar del Cordero Místico restaurado.

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