En invierno, el ambiente acogedor no solo se consigue refugiándose en casa con una manta y un tazón de chocolate caliente. Póngase sus botas más abrigadas y su mejor chaquetón de invierno, y prepárese para una visita a Gante. Durante el mes de diciembre, el centro de la ciudad se ve bañado en un ambiente especial y hay miles de cosas que hacer. En primer lugar está el mercadillo de navidad, con sus numerosos puestos de comida y de bebida, su noria, y este año también la pista de patinaje sobre ruedas móvil más grande de Bélgica. También merece la pena visitar el Castillo encantado de Invierno, es decir, la versión invernal del Castillo de los Condes de Flandes, que ya apela a la imaginación durante el resto del año. Finalmente, le recomendamos ir de compras en Gante durante la época de fin de año y disfrutar del alumbrado y de las decoraciones navideñas.