Miniatura
El talento de Jan Van Eyck va mucho más allá del perfeccionamiento de la pintura al óleo y de la representación de la ropa. Este pintor tiene, además, un excelente ojo por el detalle, y es capaz de transformar las miniaturas más pequeñas en figuras realistas. En la obra Retrato de hombre con turbante, se pueden observar hasta los pelos de la barba asomando, y en el retrato de Joos Vijd, que forma parte del retablo del Cordero Místico, se pueden observar las pequeñas imperfecciones del rostro. ¿Sabía que se especula que el Retrato de hombre con turbante podría ser un autorretrato del mismo Jan Van Eyck? Esto no solo nos permite saber que los hombres del siglo XV se dejaban barba como los “hípsters”, sino que nos cuenta la historia de un pintor con un verdadero talento por los detalles. Todos los objetos que aparecen en su obra se pintaron con una exactitud extraordinaria. .Esto demuestra que el pintor trabajaba de forma muy precisa, estudiándolo todo hasta el más mínimo detalle antes de plasmarlo en el panel.