Sólo queda el nombre del bar más pequeño de Gante (“la casita del patíbulo”) para recordar que esto antes era la plaza de las ejecuciones. En la plaza Groentenmarkt siempre reina un bullicio agradable. Esta plaza es el lugar por excelencia para probar algunos delicatessen típicos de Gante, para tomar algún dulce o disfrutar de un delicioso producto local.

Una bomba de agua de principios del siglo XIX ocupa un lugar central en la plaza Groentenmarkt. Tiene forma de un obelisco elevado sobre un pie cuadrado y posee dos pilas semicirculares, en las que se recogía el agua que salía de las bombas manuales. La bomba se instaló para los vendedores de hortalizas (groenten) que ofrecían aquí sus productos y dieron así nombre a la plaza. El nombre “Groentenmarkt” puede traducirse como “mercado de verduras”. Sigue en funcionamiento, pero con agua de la red.

La plaza preferida de los amantes de la comida

Hoy en día la gente viene aquí a comprar delicias, como por ejemplo los dulces cuberdons o la picante mostaza Tierenteyn. Un poco más lejos, al cruzar el puente, en una esquina, se encuentra The Candy Corner, una pequeña tienda de chucherías y chocolate.

En la plaza Groentemarkt se encuentra también Oud Huis Himschoot, la panadería más antigua de Gante. La Groentenmarkt alberga además el “Frites Atelier”, lugar donde el chef Sergio Herman vende sus patatas fritas, y una tienda del campeón mundial de los quesos, Joris Callebaut.

Mercados agradables

Todos los viernes por la mañana hay un mercado ecológico. Desde principios de abril hasta finales de septiembre podrá pasearse todos los sábados y domingos entre los puestos de joyas y cerámica en el Mer­ca­di­llo artís­ti­co y arte­sa­nal. Observe a artistas en pleno proceso de creación y disfrute de unas ostras con una copita de champán.

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