Jan y Hubert Van Eyck vivieron durante la Edad Media y tuvieron una vida misteriosa. No existen muchas fuentes escritas, pero lo que sí se sabe con seguridad es que existe un vínculo entre los hermanos Van Eyck y Gante, y el cuadro “La Adoración del Cordero Místico” del año 1432. Los hermanos realizaron el cuadro prestando mucha atención a los detalles y dejan algunos misterios sin resolver. ¿Todavía no está convencido para venir a admirar el Cordero Místico? A continuación podrá encontrar 8 motivos adicionales para hacerlo.

1. El Cordero errante

Como quizás sepa ya, el Cordero Místico presenta un vínculo indisociable con la Catedral de San Bavón de Gante. Sin embargo, la historia de la obra no siempre es tan tranquila. Durante la revolución francesa en 1789, el cuadro acaba en París. Las tropas francesas irrumpen en la catedral y se llevan la obra maestra en un carro tirado por un caballo. Es el Duque de Wellington quien se encarga de que el retablo vuelva a ocupar su sitio en la Catedral de San Bavón.

Un año después, seis paneles se venden al marchante de arte L. J. Nieuwenhuys por 3000 florines neerlandeses. Finalmente, los paneles caen en manos del rey de Prusia. Después de la Primera Guerra Mundial, Alemania se ve obligada a devolver los cuadros a Bélgica como deuda de guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial, el políptico acaba en la mina de sal de Altaussee, en Austria. Es ahí donde Hitler esconde sus obras maestras mientras espera la construcción de su nuevo museo. Al final de la guerra, Hitler quiere hacer explotar la mina y todas las obras guardadas en ella. Algunos mineros heroicos pueden evitar la destrucción del Cordero Místico. ¡Impiden que se produzca un gran desastre para la historia del arte! Después de muchos años, el Cordero Místico regresa al fin a su hogar, la Catedral de San Bavón.

El Cordero

2. El robo audaz

Se realiza una restauración tras otra, y los paneles son robados, encontrados y copiados. Y por si fuera poco, se produce también el robo de los paneles Los Jueces Justos y Juan Bautista de la obra, también llamado “el robo audaz”. La noche del 11 de abril del 1934, dos testigos distinguen las sombras de dos individuos que cargan objetos planos y rectangulares a un coche. Las dos sombras desaparecen en la noche, junto con los dos paneles. Una pequeña nota donde pone “Arrebatado de Alemania por el Tratado de Versalles” es lo único que queda. Unas semanas más tarde, la catedral recibe una nota en la que se exige un millón de francos belgas de rescate. Las autoridades se niegan a pagarlo, y después de varios intercambios de cartas, el ladrón devuelve el panel de Juan Bautista. El misterio de Los Jueces Justos permanece irresuelto hasta el día de hoy. ¡A pesar de las numerosas teorías fascinantes, nadie ha conseguido dar aún con la pista determinante!

Juan Bautista

3. El finalista Jan Van Eyck

El concejal de Gante, Joos Vijd, y su mujer, Elisabeth Borluut, encargan el cuadro del Cordero Místico a Jan y Hubert Van Eyck. También ordenan la construcción de una capilla adicional a la catedral de San Bavón, destinada a albergar la obra. Esta capilla recibió el nombre de Vijdkapel. Lo que probablemente no sepa, es que fue sobre todo Jan Van Eyck quien se dedicó a la pintura del Cordero Místico. Hubert Van Eyck impulsó la realización del cuadro, pero nadie sabe cuál fue su contribución exacta, dado que falleció en la fase inicial de la elaboración de esta obra maestra. Jan finaliza el Cordero Místico en el año 1432.

4. Un ojo microscópico

¡Jan era un verdadero genio! Fue el primer pintor en perfeccionar la pintura al óleo. ¡No solo tenía una técnica impecable, sino que también es impresionante la atención que prestaba a los detalles! El ojo de Jan Van Eyck hacía función de microscopio y telescopio. Fue uno de los primeros que pintó una luna realista con cráteres. Jan Van Eyck trabajaba como pintor en la corte de Felipe III de Borgoña (también llamado Felipe el Bueno) y se mueve en el mundo diplomático. Gracias a los viajes que realizó con Felipe el Bueno, descubrió nuevos animales y plantas. Después, los representaba sin ningún esfuerzo y de forma muy detallada en el Cordero Místico. ¿Sabía que las rocas que aparecen en el cuadro podrían estar basadas en las rocas de Lieja o de Dinant? ¡Nunca hubiera podido pintarlas sin su memoria fotográfica excepcional! Jan también pintó a Joos Vijd, su donante. No lo embelleció, sino que lo pintó de la forma más realista posible, con sus espinillas y su barba sin afeitar. ¡Los detalles de la obra son impresionantes!

Una luna realista

5. El cometa Van Eyck

Jan Van Eyck hace su entrada en la historia del arte como “un cometa”. Existen pocas fuentes que puedan contarnos algo sobre su vida o su evolución. Su nombre surge de repente, como uno de los mejores pintores de su época. Tiene un estilo único y revolucionario, por lo que no encaja ni entre sus predecesores, ni entre los pintores contemporáneos. Muchos amantes del arte alaban su obra más conocida, el Cordero Místico. Según cuenta la leyenda, Hugo Van der Goes se volvió loco al intentar igualarla, y al parecer, se quitó la vida por este motivo. Jan Van Eyck habría inspirado a varios otros artistas, tales como Hans Memling, Dirk Bouts y Gerard David. Sin exagerar, el siglo XV puede ser considerado el siglo de Van Eyck. ¡Se considera incluso que Jan Van Eyck supera a Da Vinci!

6. Misterios y enigmas

El Cordero Místico es una obra única que esconde numerosos enigmas y misterios sin resolver. Así, se dice que en el panel con vistas a la ciudad y en el panel de la sibila eritrea se pueden observar rostros humanos en el cielo, sin que nadie sepa qué representan exactamente. La silueta de la ciudad representada en el panel central comprendería tanto edificios reales como ficticios. Durante una restauración del cuadro en el año 1951, se descubrió un par de orejas adicionales del cordero. Las orejas del animal fueron cubiertas de pintura alrededor del año 1550. Se podía admirar el animal de cuatro orejas misterioso, casi extraterrestre, durante su restauración en MSK. ¡Visite la obra maestra y busque los rostros ocultos como un verdadero detective! Y quién sabe, quizás descubra algún misterio nuevo…

Rostros humanos

7. Rastros de ADN de Van Eyck

El Cordero Místico está lleno de detalles, y durante su restauración, los restauradores encontraron algunas cerdas de brocha. Las cerdas estaban incrustadas en la pintura y son de distinta longitud. Los pintores también suelen dejar huellas dactilares en sus obras. De vez en cuando manipulan la pintura con los dedos, por lo que sus huellas se quedan inmortalizadas. Si se fija bien, quizás podrá distinguir alguna cerda o alguna huella dactilar. 

8. La obra más grande de Jan Van Eyck

El legado de Jan Van Eyck consiste en unas veinte obras maestras, repartidas entre distintos museos y colecciones. Gran parte de la vida de Van Eyck sigue siendo un misterio, pero estas veinte obras resistieron el paso del tiempo. Por lo que sabemos, una de las obras aún pertenece a un particular. Las demás obras se encuentran repartidas en museos por todo el mundo. Así, la Galería Nacional de Londres expone las obras Retrato de un hombre con turbante y Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa. Además, La Virgen del canciller Rolin pertenece al LouvrePero en la catedral de San Bavo en Gante, se puede admirar su mayor obra, La Adoración del Cordero Místico.